DON BOSCO, EL TEATRO Y LA MÚSICA



Don Bosco

Don Bosco nace el 16 de agosto de 1815 en I Becchi – Castelnuovo, un pueblo no muy lejos de Turín – Italia. Su trabajo empieza en Turín y luego se trasladará a todo el mundo. Funda la Congregación Salesiana en 1854. Juan Bosco dedica su vida a los jóvenes, escribe muchos libros, impulsa la creación de talleres, escuelas, oratorios y plantea un nuevo sistema educativo: el Sistema Preventivo. Este sistema resume la filosofía educativa de Juan Bosco en tres palabras: Razón, Religión y Amor. Para él es imposible educar a un joven por medio de la razón, si no se le ama, se entiende sus problemas y se le apoya a resolverlos.
Don Bosco muere el 31 de enero de 1888.
El 2 de junio de 1920, fue beatificado, y el día 1 de abril de 1934, fue canonizado por el Papa Pío XI.


Don Bosco y el teatro

Conocemos la importancia del teatro en la tradición salesiana. Veladas, puestas en escenas, representaciones diversas han formado parte de la cultura propia de los salesianos y su práctica educativa. El teatro, y todo lo que gira a su alrededor, puede ser considerado como un pilar en la educación salesiana, especialmente en todo lo relativo al tiempo libre.

En 1858, Don Bosco escribe las reglas para el  teatro que se deben observar en las casas/colegios salesianos. El hecho de que viera la necesidad de escribir unas normas, 19 concretamente, para regular esta actividad, habla del peso que tendría en la vida del oratorio y el tiempo y las fuerzas que emplearía. Estas normas, por otra parte, señalan la importancia que el santo de los jóvenes daba a este medio de comunicación como medio para la diversión de sus muchachos y medio, también, para la formación de los mismos.  

El teatro en Don Bosco no tiene, en primer lugar, una pretensión artística, sino sobre todo una “constante preocupación de carácter moral”. Y una intuición original de Juan Bosco fue el “carácter didáctico” que debían tener las representaciones. En el manifiesto del teatro, Don Bosco pone como primer objetivo el de “alegrar, educar, instruir, a los jóvenes sobre todo moralmente”. El uso de este medio en la práctica educativa de Don Bosco pone de manifiesto su capacidad para “estructurar la comunicación pastoral a diversos niveles: desde el escrito, al oral” y al escénico. En cuanto a los contenidos, las obras a representar, destacan las “composiciones amenas y aptas para recrear y divertir, pero siempre instructivas, morales y breves”. La excesiva duración, suele aburrir a los destinatarios, piensa Don Bosco, y convierte en obra de teatro aquello que sus jóvenes tenían que aprender. Entre las obras que se representan en el oratorio, por ejemplo, se encuentra diálogos destinados a explicar el sistema métrico decimal, que se estaba implantando en esos momentos.

Desde el punto de vista comunicativo, el teatro aparece como un instrumento emblemático dentro del sistema educativo salesiano que tienen como objetivo educar, formar. Según estudiosos de la historia del teatro, la modernidad de don Bosco en cuanto al uso o a la importancia que da al teatro, no está en la ideología o en la doctrina que trasmite con las obras que editará y que sugiere poner en escena, sino en el plano más concreto de la cultura popular, lo que hoy llamaríamos mass-media, es decir, en el uso mismo de este instrumento de comunicación, en el “haber sabido propagar un lenguaje tradicional (contenidos) a través de un instrumento” cercano a los destinatarios a los que quería dirigirse.



Don Bosco y la música

Don Bosco llega a decir que sus casas/colegios sin música, son como un cuerpo sin alma. El historiador salesiano Eugenio Ceria afirma que, la importancia que don Bosco otorgaba a la música, venía del convencimiento de la “saludable eficacia que le atribuía sobre el corazón y la imaginación de los jóvenes con el fin de ennoblecerlos, elevarlos y hacerlos mejores”. No olvidemos que los chicos que atendía Don Bosco eran, en su mayor parte, huérfanos, analfabetos, llegados desde el campo al Turín de la revolución industrial para ganarse la vida.

Para don Bosco la música es un elemento educativo de primer orden en el oratorio. Ya en los primeros inicios de su actividad, se preocupa de que se organicen los primeros grupos musicales, las bandas de música. Eran muy importantes, en la vida de aquellos chavales, los paseos que con ellos organizaba Juan Bosco por los alrededores de Turín.

Con sus jóvenes, don Bosco participa en fiestas populares en las que colabora con la presencia de aquellas bandas musicales. En el oratorio se enseña la música, no sólo la música popular, sino también el gregoriano. Y se preocupa de que sus muchachos, los que tienen mejores cualidades, estudien con profesores de prestigio. La música, parte de la fiesta, es un elemento de alto valor educativo en el sistema de Don Bosco. Más allá de la vistosidad de una ceremonia o un oficio religioso adornado por la presencia de un coro, el impulso que Don Bosco da a todo lo referente a lo musical entra dentro de su postura de amar lo que gusta a los jóvenes, para que ellos amen lo que les propone el educador. La música es, también, medio adecuado para entrar en relación con los jóvenes, y crear un ambiente cálido donde hacer propuestas educativas.

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